miércoles, 25 de agosto de 2010

Éxtasis

“¿Qué puede hacer una cuando [...] al doblar la esquina de tu propia calle, de pronto te quedas traspuesta por una sensación de éxtasis, ¡De absoluto éxtasis!, como si de pronto te hubieras tragado un trozo de ese último sol radiante de la tarde y éste te ardiera en el pecho, proyectando una llovizna de chispas en cada partícula, en cada uno de los dedos de las manos y de los pies...?
Cielos, ¿Es que no hay modo de que puedas expresarlo sin estar ebria o fuera de tus cabales? ¡Necia civilización! ¿Para que nos darán el cuerpo si tenemos que encerrarlo en un estuche como a un Stradivarius?”














Por Katherine Mansfield