domingo, 24 de marzo de 2013

Normal?

El bondi pega una vuelta inesperada,
soplo al corazón
nerviosismo,
pero el latido, aparentemente,
normal

me estaré yendo a la re puta madre?

no lo se,
pero no me bajo.

Que pesado

Acabo de leer 48 páginas
ahora dudo de mi salud,
al salir miro al espejo
ojeras y pelos desplazados

quisiera no tener
que requerir asistencia
ambulancia
(empleo)

pido otra oportunidad
un poco a gritos
un poco hablándole 
a mi propia mirada

quisiera sentirme bien, me digo
quisiera aprender
a actuar y estar presente en mi cuerpo.

viernes, 15 de marzo de 2013

Lay it all down

h h h h h
noches coloradas,
porque a los que dicen
que todo pasa
yo no les creo,
porque me veo
y me reveo
y me hago ver,
y los escalofríos
no se van con medicamentos,
y las haches/sillas
persiguen
y te sientan inmóvil,
y a estas noches
coloradas de derrumbes
no las sé superar.

sábado, 9 de marzo de 2013

Cuál llega primero?

Todo lleno de ríos
de agua, de sangre, de vino,
toda la tierra
inundada en surcos,
toda la gente
calculando sus saltos,
todos mirando desde deltas,
desesperando,
esperando
la evaporación
del agua o de ellos mismos.

Chi al cuore colpira

Solíamos jugar
y cuando se miraba hacia arriba
había libertad

el corpiño
después los papeles
y por último (bang bang)

el terrible sonido
de morir a boca tapada.

Seis

Tu línea
tu línea desborda sensualidad,
oscura y segura
imborrable

casi
casi te quiebro,
te escuche crujir,
si me detuve
fue porque crují yo también.

Renacer

Atormentada antes
ahora tormenta,
desde que llore materia gris
vacié los bolsillos
y todas esas piedras decantaron,
una furiosa creatividad
me quebró la nariz
y me tomo la mano,
se podría decir
que fue así como me enamore
(por primera vez)

martes, 5 de marzo de 2013

La ciudad

Dos inmensas ciudades, una grita, la otra mira e intenta hablar, desde mi punto de vista las dos me suenan a exageración incompleta. Acepto que las creaciones utópicas que rondan mi mente no existen y me planto como un potus en la puerta de la nada. Me refriego con la palma toda la superficie de la cara, muevo la nariz, aprieto mis ojos y desplazo mi boca, me muerdo un poco la piel que rodea la uña del índice, me sostengo la frente.

Me quiebro.

Rasgo papeles viejos y los acumulo en el cajón de los zapatos, comienzo a buscar y robar algunos libros de geografía y al ritmo de tchaikovsky, los tiro uno arriba del otro creando pilas por toda la habitación. Cierro con llave la puerta, trabo la ventana, desenchufo el teléfono y rodeo la computadora con cinta adhesiva. Utilizo agua y pegamento para tapizar las paredes de papel, el televisor de papel, los placares de papel, el escritorio de papel, me siento en el banquito todo un día y espero que se seque. Construyo pequeñas casas con cajas de discos, pego algodón en el techo y pongo árboles de pincel. Apago todas las lámparas y pongo únicamente las luces blancas navideñas para iluminar la noche acumulada y fría. 

Siento mi estómago rugir.

Golpea la realidad, estoy parada en mi banquito, el obelisco de mi ciudad, una parte de mi me celebra y la otra tiene miedo. Humedad. Truenan mis huesos y siento como me alcanza la tormenta. Empieza a caer la lluvia, mis ojos cristalizados observan el temporal. Las calles se inundan, los libros se doblan, las casas se caen, el papel se deshace, ya se me mojan los pies. El llanto no cesa, ya siento el cansancio, tomo un último respiro.

Por qué nunca aprendí a nadar?