martes, 3 de julio de 2012

De otros

Esta habitación es tan mía
que puedo por instantes
aislarla de la casa,
pero se que la soledad inmensa
sigue detras de mi puerta
tocando con puños irreales,
del otro lado
no esperan brazos
no esperan ellos,
es entendible entonces
que prefiera de tanto en tanto
caminar entre abrazos
dirigidos a otras personas.