sábado, 14 de abril de 2012

Sentirse solo














La felicidad trabajaba
hasta que sentirse sola sucedió,
si un sábado
murió la luz que pegaba
el invierno de lejos la sacudió,
tendida sobre la sábana tendida
cama armada inmutable
el pelo prolijo desparramado sobre el colchón,
una enfermedad tiraba de su mano
sin saber si era de verdad,
con una cara pálida
dirigida a la ventana
lo único que quedaba
era simular una canción con los labios.